
A este pan de pascua, le quise poner queque, porque su textura es más suave y húmeda. Se los hice probar a varias personas y fue todo un éxito; y aunque suene de muy cerca, a mí me encantó. Además, es un muy buen regalo, un regalo con sentido y hecho con cariño.
La preparación la hice con avellanas, pero pueden reemplazarlas por otro fruto seco. La manzana y zapallitos le agregan humedad al queque; y para los mañosos por ahí, nadie se da cuenta que fue hecho con esa verdura (también podrían usar zanahoria).
