
Para mi marzo es el comienzo del año, los niños entran al colegio y universidad. Empieza la rutina y yo felizmente empiezo mis clases de cerámica, que no saben cómo me gusta. Estas galletas las hice para llevar a mi primera clase, además aproveché de servirlas en una reunión las mamás de turno que hago. Quedé feliz, porque a todos les encantaron y también a mis niños. Así que les recomiendo la receta para alguna ocasión especial. Yo se que es bien “chancha” pero entre paréntesis, les dejo opciones más livianas.
